VISION

Con el auxilio de la gracia de Dios, aspiramos a que Jesucristo sea el centro, criterio y modelo de nuestra vida apostólica. La extensión del Reino de Jesucristo es el ideal que inspira y alienta nuestra vida espiritual y nuestra labor apostólica. Cultivamos un amor filial a la Santísima Virgen María promoviendo su devoción e imitando sus virtudes. 

Nuestro propio fin es la predicación y extensión del Reino de Jesucristo en el mundo, Reino de amor, paz y justicia que se instaura en la sociedad a través de la conversión  personal de cada hombre. Convertirse significa volver al Evangelio.  Buscamos conocer y experimentar íntimamente a Jesucristo, especialmente en el Evangelio, y en la cruz. Este conocimiento nos lleva a amar a Jesucristo de un amor personal y apasionado y, por consecuencia, a transmitirlo a los demás.

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