Gn 32,23-29
¿Cuantas
veces luchamos por lo que queremos?, ¿Cuantas veces invocamos la ayuda
de Dios pero no hacemos nada por obtener esa ayuda y gracia de parte de
El?, no basta con pedir, hace falta luchar muchas veces contracorriente,
hace falta llenarse de valor para enfrentar a Dios y a los hombres,
hace falta decisión y paciencia también, no es imposible arrancar
Bendiciones a Dios pero para ello hace falta mucha perseverancia.
v.22-29: "Aquella
misma noche Jacob se levanto, tomo a sus dos esposas, sus dos esclavas y
sus once hijos, y los hizo cruzar el vado del río Jaboc, junto con todo
lo que tenia. Cuando Jacob se quedo solo, un hombre lucho con el hasta
que amaneció; pero como el hombre vio que no podía vencer a Jacob, lo
golpeo en la coyuntura de la cadera, y esa parte se le zafó a Jacob
mientras luchaba con el. Entonces el hombre le dijo: -sueltame por que
ya esta amaneciendo-. Si no me bendices, no te soltaré- contesto Jacob.
-¿como te llamas?- pregunto aquel hombre. -Me llamo Jacob- respondió el.
Entonces el hombre le dijo: -Ya no te llamaras Jacob. Tu nombre sera
Israel, por que has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido".
Jacob
se aferra a aquel hombre que es nada mas y nada menos que Dios mismo;
Dios baja hasta el nivel del hombre para ponerse en igualdad de
condiciones, Dios no tiene ninguna necesidad de ello y sin embargo por
el amor tan desbordante de El, se pone a pelear contra Jacob.
Dios
bien sabe lo que el hombre necesita pero quiere probar nuestra
perseverancia, quiere que luchemos contra los hombres de mala voluntad, y
una vez vencidos, vencer también a Dios, aunque Dios una vez que prueba
lo fuerte que muchas veces somos para detenernos ante las tentaciones
se deja vencer para bendecir a los hombres.
Dios
también sabe que el hombre es facílmente corruptible, pero su amor
hacia nosotros es mas grande que su cólera por nuestros pecados y aun
sabiendo esto, se empequeñece al nivel del hombre y mas aun se deja
vencer por amor.
A
veces el Señor aunque ya sepa lo que necesitamos quiere ver nuestra
fuerza en la oración que le dirigimos para ser bendecidos por el, y a
veces pasan muchas noches y días y a pesar del cansancio solamente el
que persevera alcanza, Jacob a pesar de estar lastimado de la cadera y
el dolor que eso suponía, como ultimo recurso se agarra fuertemente de
Dios para ser bendecido, a pesar también del cansancio de haber luchado
toda la noche.
Cuantos
de nosotros cuando nos toca adorar a Cristo Sacramentado en la
adoración nocturna, nos dejamos vencer mas por el sueño que por las
bendiciones que Dios puede dar a nuestra vida si aguantamos despiertos.
Muchos tienen miedo de pedir a Dios bendiciones e incluso en el Padre Nuestro rezamos "hagase Señor tu voluntad"
y esto puede sonar contradictorio con todo lo que aquí se ha escrito
pero entonces ¿como pedirle a Dios y después decir hagase tu voluntad?, a
este respecto la respuesta es muy sencilla, y es, que, cuando pedimos
bendiciones de Dios, no debemos pedir lo que a nosotros nos conviene,
mas bien hay que pedir de acuerdo a lo que Dios nos manda en sus
mandamientos, pues solamente cuando pedimos algo a Dios que va en la
linea de lo que El enseña, predica y manda, es cuando podemos estar
seguros de que la bendición llegara.
No tengas miedo de decirle a Dios: "Señor
no te suelto por que sin ti mi vida no tiene bendiciones", "Señor no te
suelto por que sin ti la corriente de los hombres me lleva lejos de
ti", "Señor no te suelto por que si no me bendices, soy nada sin ti".
A ti que lees esto, te invito a cambiar tu nombre por el de Jacob: "¿Como
te llamas?- Margarita, Pedro, Lucia, Clara, José...- a partir de ahora
ya no seras.... ahora te llamaras...por que te has decidido a vencer al
pecado, a vencer a los hombres, a vencer la mala vida que llevas, a
vencer a satanás y lo has logrado, y también por tu esfuerzo y
perseverancia a pesar del cansancio y muchas horas sin dormir te has
atrevido a luchar con Dios y el se ha dejado vencer por amor a ti".
Por ultimo les dejo esta reflexión de San Agustin: "Con
la Oración no es a Dios a quien convencemos para que haga lo que
nosotros queremos, sino que dilatamos nuestra capacidad para recibir lo
que El nos quiere dar"
No hay comentarios:
Publicar un comentario