La oración es el medio más eficaz por el cual podemos pedirle a Dios por todas nuestras necesidades, cuando hay fervor y humildad en el corazón, las palabras son elocuentes y pueden llegar hasta donde Dios las escucha.
Lc 11, 1-10
v.1 "Una
vez Jesús estaba orando en un lugar; cuando terminó, uno de sus
discípulos le dijo: -Señor enseñanos a orar, así como Juan enseño a sus
Discípulos."
Todo
fiel que quiere aprender a orar, debe de hacerlo con el propósito de
dirigir su vida hacia Dios, pues no basta solamente orar y que las cosas
pasen como por ate de magia, Dios no es un mago, se debe orar con
fervor para obtener las bendiciones que Dios da, hay que ser humildes
también pues no solo por pedir con mucha fe esperemos obtener bienes
materiales, sino con humildad tal y como Jesús enseño.
v.2-4 "Jesús
les dijo: - cuando oren, digan: -Padre, Santificado sea tu nombre.
Venga tu Reino. Danos cada día el pan que necesitamos. Perdonanos
nuestros pecados, por que nosotros también perdonamos a todos los que
nos han hecho mal. No nos expongas a la tentación"
Hay
que santificar pues a Dios, y para santificar a Dios lo mejor es ir en
concordancia con lo que pedimos, si queremos santificar a Dios entonces
nosotros deberemos ser santos, pues si santo es el creador, santa debe
ser la criatura.
El
Reino de Dios esta en la Iglesia, por ello al pedir el Reino, hay que
escuchar a quien reina en la tierra en nombre de Dios, el Papa es el
Vicario de Cristo en la tierra, por eso solamente en la Iglesia se puede
encontrar el Reino, pero hay tantas personas necias que rezan el Padre
Nuestro, piden el reino y no se acercan a la Iglesia ni a sus
sacramentos por ello es por lo que nuestras peticiones siempre deben de
ir en concordancia con lo que rezamos.
Al
pedir, no hay que pedir mas de lo que necesitamos sino solamente lo
necesario, , muchas personas se quejan de las situaciones políticas o
sociales, de que ya no alcanza el dinero para nada y que se tiene "que
estirar hasta donde mas se pueda", pero si nos damos cuenta de que nos
llenamos de cosas innecesarias y nos creamos necesidades inútiles
podremos ver con mas claridad que se nos da lo necesario para vivir y
muchas veces hasta de mas, aquí deberíamos aprender a ser conformes pues
el ser humano de la actualidad, entre mas tiene mas quiere y aunque
aquello que ya tiene cubre bien sus necesidades básicas, no le importa y
aun quiere mas y eso denota que no rezamos acorde a lo que necesitamos y
en la avaricia Dios no puede obrar pues ese problema no es de Dios sino
de la insatisfacción del hombre.
La
parte que viene es la mas difícil de "tragar" por que ¿sera verdad que
perdonamos a los que nos ofenden?, muchas veces se ve que alguien nos
grita o nos dice algo en la calle y en lugar de dejarlo pasar
contestamos la agresión con mas agresión, con bulgaridades y grocerías,
esto es por el poco dominio que tenemos de nosotros mismos, y de lo poco
que reflexionamos al orar.
Si
nos damos cuenta todo esto es causa de nuestras tentaciones, la
tentación en tener mas de lo que se necesita, la tentación de no
quedarnos con las ganas de contestarle a quien nos injuria, las
tentaciones del demonio para que no seamos santos, la tentación de
sentirse mas que otros o mejores que los demás, por eso el pedir
librarse de las tentaciones es camino pronto para lograr obtener de Dios
lo que pedimos.
Por
eso, la próxima vez que pidas algo a Dios, ten conciencia de lo que
pides y de como te comportas pues en bocas que bendicen y corazones que
maldicen Dios no puede obrar.
Para recibir entonces hay que pedir siempre siendo pertinentes como podemos ver en la parte del texto que sigue:
v.5-8 "También
les dijo Jesús: -Supongamos que uno de ustedes tiene un amigo, y que a
media noche va a su casa y le dice: -amigo, préstame tres panes, por que
un amigo mio acaba de llegar de viaje a mi casa, y no tengo nada que
darle-. Sin duda el otro no le contestara desde adentro: -No me
molestes; la puerta esta cerrada y mis hijos y yo ya estamos acostados;
no puedo levantarme a darte nada-. Les digo que, aunque no se levante a
darle algo por ser su amigo, lo hará por su impertinencia y le dará todo
lo que necesite".
La
impertinencia de nosotros puede hacer que Dios nos de algo, pero hay
que ser impertinentes cuando la necesidad así lo demande, Dios en su
amor nos dará en cuanto a las necesidades, como el amigo que no se
levanta solo por que sea su amigo, sino por que ve su necesidad y su
impertinencia va precedida por la necesidad de un tercero, así Dios no
solo por ser nuestro amigo nos dará lo que pedimos, sino también por que
el conoce nuestras necesidades espirituales y materiales.
por el amor que Dios nos tiene y si sabemos que pedir entonces pasara esto:
v. 9-10 "Así
que yo les digo: Pidan y Dios les dará; Busquen y Encontraran; llamen a
la puerta y se les abrirá. Por que el que pide, recibe; y el que busca
encuentra; y al que llama a la puerta, se le abre."
Así
pues como final te invito a que pidas lo necesario y se te dará (Danos
cada día el pan que necesitamos), busca lo necesario y encontraras
(Busca el Reino: Venga a nosotros tu Reino), llama a la puerta cuando lo
necesites y te aseguro que si llamas a las puertas del cielo por medio
de la oración y llevas vida santa como santo es el Creador, se te
abrirá.