miércoles, 12 de marzo de 2014

Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era

Autor: P. Daniel Gagnon, OMI | Fuente: Mercaba.org
Como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos.
 
Los ángeles y las mentiras de la Nueva Era

No se requiere mucho esfuerzo para darse cuenta que los ángeles están “muy de moda” hoy día. Los vemos mencionados en la música, el cine (“Tan lejos, tan cerca” y “Michael”), en series de televisión (“Camino al cielo”) y exposiciones artísticas que se especializan en ellos (p.e. Vicky Nigri cuyo ángel favorito es “Uriel” (nombre que no está en la Biblia).

Existen clubes de personas interesadas en compartir sus experiencias con ángeles y como comunicarse con ellos. Se pueden comprar en las tiendas de los “Malls”, por el correo y aun por el Internet todo tipo de adornos angelicales y hasta altares completos para su casa. En los puestos de periódicos y librerías encontramos muchos artículos sobre los ángeles en las revistas de la N.A.

En algunos países hay revistas especializadas sobre ellos. Hasta se puede conseguir catálogos de venta por correo de cosas de ángeles. Hay muchos centros de información que se especializan en este fenómeno.

Cada vez más escuchamos testimonios por radio y televisión de personas que han recibido visitas y mensajes de ángeles, y/o experimentado milagros, y hasta han sido salvados por ellos.

La Biblia

Antes de ofrecer nuestra reflexión sobre la enseñanza de la New Age en cuanto a los ángeles necesitamos saber qué es lo que dice la Biblia de ellos.

Encontramos la palabra “ángel” en 24 libros de la Biblia: 148 veces en el Antiguo Testamento y 74 en el nuevo, sin contar con otras maneras de hablar de ellos. Viene de la palabra griega: angelos, es decir “mensajero”. En al A.T. la palabra es Malak que probablemente significa “delgado” ó “embajador”.

Antiguo Testamento

En todas sus formas el Antiguo Testamento menciona a los ángeles más de trescientas veces y son llamados generalmente: Bene Elohim “hijos de Dios”, “ejercito del Señor”, “estrella de la mañana”, “querubines”, “varones”, “príncipes”, etc. Para el tiempo del Nuevo Testamento llegaron a ser llamados más como comúnmente como ángeles.

En el Antiguo Testamento la corte celestial de Dios fue entendida semejante a la corte de un rey en la tierra. Así estos “Concilios Divinos” fueron vistos por los profetas como Jeremías. También ver 1 Re 22,19-23.

En el A.T. “El Ángel del Señor” (Ángel de Yahvé) actuaba en forma a veces tan poderosa que se identifica con el mismo Dios. Hablar con el era hablar con Dios mismo, no siempre se distingue. (Ver Gen 16, 7 y 13; Ex 3,2-6)

La Biblia habla de diferentes tipos de ángeles: los querubines son los que sostienen el trono de Dios o guardan la entrada del Edén, los serafines, con sus seis alas, cantan la gloria de Dios (Sal 80,20; Is 6,2; Ez 10,1).

Los ángeles juegan diversos papeles: anuncian la destrucción de los enemigos de Dios, protegen al pueblo de Dios (Ex 14,19-20), e intervienen para dirigir la vida o las acciones de una persona (a Abrahám que vuelva a Sara, Gen 16,9). Ellos castigan (Gen 19,11) y perdonan pecados (Ex 23,21-21).

El Nuevo Testamento

En el N.T. también los ángeles desempeñan varias obras para Dios. Ellos aparecen y llevan mensajes a Zacarías, a María, a los pastores en Noche Buena y a José en el sueño. Anuncian la resurrección y explican la Ascensión de Jesús.

El N.T. les muestra alabando al Señor (Lc 2,13-14, Ap 5,8-14), pidiendo a Dios por nosotros (Ap 5,8; 8,3-4), atendiendo a Jesús y a los cristianos (Heb 1,14, Mt 4,6 y 11) y celebrando el arrepentimiento de un pecador (Lc 15,10). Los ángeles intervienen para rescatar a los apóstoles (Hch 5,19-20; 12,6-11), guían a Felipe (Hch 8,26), dice a Cornelio que busque a Pedro (Hch 10-11), informan a Pablo que llegara ala corte del Cesar (Hch 27,23-24), etc. Aparentemente no se casan (Lc 20,35-36).

Acompañaran a Cristo en su segunda venida (Mc 8,38; Mt 16,27; 2 Tes 1,7). Participaran en los acontecimientos apocalípticos del fin del mundo (Mt 13, 41-42) en el juicio final (Mt 24,31; 25,31).

Su adoración es estrictamente prohibida. Los ángeles se hacen visibles para confirmar su existencia y para demostrar que son servidores de Dios y aliados nuestros cuando hacemos la voluntad de Dios. Ellos vienen para ayudarnos, y cooperan con Dios en nuestra salvación están en la presencia de Dios, listos siempre para servirle: “oran, adoran, vigilan, cantan y alaban a Dios y pregonan sus perfecciones. Son, pues, mediadores, custodios, protectores, y ministros de la justicia divina”.

Los que llevan nombre

Gabriel, Miguel, Rafael

Gabriel: su nombre quiere decir “Fortaleza de Dios” (Dios es mi guerrero, héroe, Dn 8, 16, 9,21). Gabriel ayuda al profeta Daniel a entender la última revelación dada por Dios a Israel. Ayuda también a jeremías (25,11-12; 29,10) a entender que la revelación de la “caída” de babilonia en 70 años trata sobre todo de la venida del reino de Dios después de 70 más 7 años. Es Gabriel que aparece a Zacarías y a María.

Miguel: significa “Quien como Dios” y es mencionado en varios lugares del Antiguo y Nuevo Testamento: Dn 10,13 y 21; 12, 1; Jud 9; Ap 12,7. El protege y defiende a Israel y Miguel en luchar contra el dragón (=Satanás) en Ap 12,9 donde defiende al nuevo Israel: “La Iglesia de Cristo”. En judas 9 es llamado arcángel.

Rafael: quiere decir “Medicina de Dios” (Dios sana), y encontramos a el en el libro de Tobías (5,4; 5). Como su nombre indica, Rafael restaura la vista de Tobías, protege a Tobías en su viaje y le ayuda a encontrar su futura esposa.

La Biblia también habla de los ángeles de la Guarda. Deuteronomio 32, 8 dice que Dios asigna un ángel para cada país. Ellos guardan a los individuos (Mt 18,10) y a comunidades enteras (Ap 1-3). (Ver Ex 23,23; Sal 91,11; Tob 5, y 12,12)

Los ángeles de la guarda están constantemente a nuestro lado, no se separan de nosotros ni un momento, aun cuando estamos durmiendo; y no nos ayuden solo cuando los necesitamos si no siempre están para protegernos. Para que nuestra relación con nuestro ángel de la guarda sea mas intima debemos tratarlo, llamarle, hablar con el, y debemos agradecer a Dios por este compañero y protector que es una manifestación de su divina providencia. Como aconsejo el Papa Juan XXIII, recordar que tenemos un ángel que nos quiere y nos protege debe darnos mucha alegría (9 de agosto de 1961).

Cristo es su creador

En el judaísmo antiguo había mucha especulación en cuanto a los ángeles y demasiada preocupación con ellos. Algunos los adoraban.

Para los cristianos, el intermediario entre Dios y nosotros no son ángeles si no Cristo mismo. Es sobre el que los ángeles ascienden y descienden (Jn 1,51). Los ángeles anunciaron el nacimiento del Salvador (Lc 2,8-14). No son el Salvador.

Los cristianos disminuyeron la cantidad de especulación y enfoque. Dijimos que el N.T. prohíbe su adoración (Ap 19, 10, 22,8-9, Col 2,18). San pablo nos hace recordar que son solamente criaturas (Col 1,16) y que Cristo es el centro de nuestra fe. El esta encima de ellos (Heb 1,4-6; Ef 1,21). Los ángeles le adoran a él (Heb 1.6, Ef 1,22-23).

La doctrina de la Iglesia enseña que los ángeles son criaturas invisibles, personas finitas que no se ajustan al ámbito de los sentidos. Son espíritus dotados de inteligencia y voluntad en estado puro que relacionan con el mundo material. Por su naturaleza, los ángeles son superiores a todas las demás criaturas, incluso los hombres, y poseen un intelecto, voluntad y poder superior (2 Ped 2,12). Entienden las cosas de manera completamente distinta a los hombres. Sin sus limitaciones materiales que los hombres tienen, ellos captan la verdad total y completa de un asunto, viendo su principio, y todas las consecuencias y aspectos al mismo tiempo. A pesar de esto no son omnipotentes como lo es Dios. Su poder y conocimiento tienen limites (ver Dan 10,13; Mt 24,36; 1 Ped 1,12).

En cuanto a su naturaleza, los ángeles son espíritus, son llamados “ángeles” por su FUNCIÓN. No son iguales a los espíritus de los difuntos (los santos). Ellos anteriormente eran hombres de carne y hueso. Al contrario, un ángel jamás fue un hombre.

Quizás sea difícil imaginar tal ser sin un cuerpo. Por eso los representamos como estatuas por que nosotros somos encarnados y nuestra imaginación se basa en cosas materiales.

¿Cuantos ángeles son?

En los evangelios se habla de miríadas y miríadas, pero sin número exacto. Como dijimos, es dogma de fe que los ángeles existen y que algunos protejan a naciones y a grupos.

Distintos autores de la Iglesia han hablado de los “coros angelicales” (las jerarquías) mencionados en la Biblia, pero sin que se puedan señalar las diferencias entre unos y otros. El primero que catalogo estas jerarquías era (pseudo) Dionisio Areopagita (del siglo V).

Además de los “ángeles” y “Arcángeles” ya mencionados, encontramos:

“Serafines”, los que arden con el amor (Is 6,2-6) y guardan la entrada al paraíso (Gen 3,24).

“Querubines”, la figuras que Dios manda adornar el arca (Ex 25,18) y el templo de salomón (1 Rey 6,29-39).

“Virtudes”, Rom 8,38; 1 Co 15,24

“Potestades”, 1Cor 15,24; Ef 1,21

“Principados”, Rom 8,38; 1 Co 15,24

“Dominaciones”, Ef 1,21; Col 1,16.

“Tronos”, Col 1,16.

La Iglesia no ha definido exactamente en cuanto a las teorías sobre la jerarquía, es decir no es dogma de fe saber el orden de ellas ni cual ángel está en una jerarquía más “alta”, o cual es su función exactamente.

La "New Age"

La New Age (Nueva Era) ofrece una angelología radicalmente diferente ala doctrina Bíblica Católica. Vemos esto claramente cuando salió a la venta en mayo de 1996 el primer tomo de Los grandes temas del Esoterismo llamado: “los ángeles, hijos de Dios y hermanos del hombre”. Para el cristiano, no hay nada tan distinto, tan opuesto a su fe que el esoterismo mezclado con los ángeles de Dios. Otro ejemplo típico, esta en el libro “ángeles” del ya fallecido teósofo C. W. Leadbeater donde promueve la creencia en los ángeles, y a la vez la reencarnación y viajes fuera del cuerpo.

A continuación unos ejemplos de cómo algunos autores de la New Age presentan a los ángeles (resaltemos de antemano que todas las teorías presentadas en estos ejemplos son totalmente erráneas y anti cristianas).
El ángel de la guarda al que se refieren las religiones es la propia chispa de luz que cada hombre lleva consigo y que debe guiarle siempre en su vida. Cada persona tiene un gran ángel interior y comunicarse con el es comunicarse consigo mismo, con sus posibilidades y sus deseos de crecer espiritualmente. Ese ángel interior CRECERÁ mientras busquemos expandir nuestra conciencia… “(Leonor Alazraki en Jarque y Rivas, p. 98 Énfasis mío). Ella distingue entre ángeles interiores y los mensajeros exteriores de Dios.

La New Age es casi politeísta en su entendimiento de ellos: Dice Jarque y Rivas (apéndice dos) que los ángeles no solamente tiene países bajo su protección si no que también ciertos ángeles se encargan de los meses (p.e Gabriel es Enero, “Barchiel”, Febrero, “Uriel” es Septiembre) días de la semana (Gabriel es lunes, Miguel es Miércoles), y aun ¡los doce signos del Zodiaco (Tauro es “Amodel”, Libra es “Uriel” y Acuario es “Gabriel”)!

“Los ángeles atraen la suerte, dan suerte, son la suerte. Nadie que este rodeado de ángeles podrá tener mala suerte…” (Cruz, p.10).

Otros autores dicen que los ángeles son como extraterrestres (ovnis) (ver Genn williston “UFO’s and Ángels”). En la revista “Angel times” (Tiempos de Ángeles, aug/sep, 1996) el autor Michele Gold (“Ángels of the Sea”) escribe que “las delfinas y las ballenas son ángeles del mar”. Su gurú dice que las delfinas nos están enseñando el amor sin condiciones.
Métodos anticristianos para establecer comunicación con los ángeles

Comunicarse con los ángeles es parte del fenómeno de la Nueva Era Si uno necesita consejo sobre algo en la vida, ¿Por qué no preguntar a tu ángel de la guarda? ¿Quién te conoce mejor?

H.C. Moolenburgh, un médico holandés, dice que podemos comunicarnos con los ángeles a través del autocontrol y la meditación además del sueño y la oración. Los autores dicen que tenemos que orar con la actitud de que lo que pedimos es un hecho ya.

Para la New Age, la persona vacía la mente para conseguir una conciencia alterada, un estado como de trance para “comunicarse” con un ángel. Hasta se puede repetir la palabra “ángel” como mantra para este fin. La médium-canalizadora (“channeler” en ingles), pata Rodegast ha estado recibiendo mensajes de “un ángel” llamado Emmanuel desde que ella comenzó a practicar la Meditación Trascendental de Maharishi hace más de treinta años. “Emmanuel” enseña la reencarnación. Se supone que anteriormente era un hombre “muy rico” que se evoluciono a un ángel en el año 1500 D.C. “yo soy tú, sin tu miedo” dice Emmanuel… Es monismo.

Otra manera de ponerse en contacto con los ángeles -según la Nueva Era- es por la visualización (o la imaginación guiada). En esta la persona imagina algo para que le ayude a alternar la conciencia por ejemplo: “En ojo de la mente imagina una calle. Imagínate caminando por ella. Llegas a un lugar de mucha paz y tranquilidad. Allí están los ángeles. Una vez que has llegado allá saluda a los espíritus”.

(Insistimos todas estas teorías son totalmente anticristianas. los cristianos sabemos que el único medio de comunicación con los ángeles es la oración)

Los Falsos Cristales Angelicales

Según la Nueva Era también se pueden utilizar cristales y gemas para comunicarse con los ángeles. Existe lo que la New Age llama “cristales querúbicos”. Son cristales que uno activa durante la meditación y luego son “cargados” de energía por los mismos ángeles. Uno toma el cristal en ambas manos, pide en voz alta para que el poder y la sabiduría de los querubines pase por uno y llegue al cristal para que este pueda ser cargado por las vibraciones de los querubines. Tiene su poder. Catalina Tapia habla de utilizar piedras de estaño y cobre para invocar a los “Ángeles Mágicos” que son “Dagiel, Abriel, Uriel, Verechiel y Uriel”.

Se puede ser contacto con los ángeles por medio de coordinar los colores de la ropa. Por ejemplo a los ángeles de la guarda les gustan los colores de tinta rosa, a los ángeles de sanación les gusta azules fuertes, a los serafines les gusta el rojo. Al arcángel Miguel le gusta los verdes, oro y rosa, y a Gabriel los colores cafés y beige. Para atraerlos hay que vestirse según su color favorito.

Otra manera de comunicarse con los ángeles es escribiéndoles cartas. Se comienza la carta saludando a un ángel de la guarda, y luego se deja que las palabras “salgan” por si misma. Y si quieres que los ángeles te escriban, toma una pluma o el teclado de la computadora y “rinde tu mente al mundo angélico”, dejando las palabras fluir por si mismo. (Con tal de que tu mente sea pura). Es un tipo de escritura automática común en el espiritismo especialmente.

La creencia de la N.A. es que todos los Ángeles son suaves. Pero la Biblia dice que esto no es verdad. Según la Biblia existe dos formas en el cual aparecen los ángeles: Vienen como seres gloriosos como los que se les aparecieron a los pastores en Noche buena y más como los que se aparecieron a Isaías (Cap. 6). También aparecen como seres humanos (Gn 18). Pero para la N.A. los ángeles aparecen como intuiciones, luces encima del agua, en nubes, en el arco-iris, y hasta en aves, cuando uno esta leyendo un libro y una brisa hace voltear la página para que los ojos se concentren en una frase. Pueden comunicarse por medio de palabras de una canción por la radio. En fin son todas experiencias subjetivas.

La Biblia nos recuerda que no todas las experiencias con los ángeles son verdaderas. Pablo dice que el diablo se disfraza como ángel de luz (2 Cor 11,14).

Y a Timoteo escribió que: El espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartaran de la fe, siguiendo a espíritus engañadores y enseñanzas que viene de los demonios (1 Tim 4,1).

La misma autora esotérica, Catalina Tapia advierte: “Antes de trabajar con seres de luz, ángeles y entidades Superiores, debemos tomar conciencia de que es abrir nuestro corazón… debemos saber cuales son los riesgos y por que crisis espirituales podemos atravesar y que obstáculos se nos van a presentar antes de poder contactar a esas entidades luminosas” (p. 38. Énfasis mío).

Conclusión

Yo, como católico creo firmemente en la existencia de los ángeles. Creo que es bueno orarles para que nos ayuden. Jesús mismo fue servido por ellos en el desierto (Mt 4,11) y en su agonía (Lc 22,43). Lo que la Iglesia advierte es que no hagamos demasiada especulación en cuanto a ellos. Basta por ejemplo con que nuestro ángel de la guarda nos haga recordar la Providencia de Dios que nos cuida aun mucho más que a las aves del cielo (Mt 6,26). Y, por supuesto jamás puede el cristiano creer, y aun menos practicar el esoterismo.

Dios creo a los ángeles para hacer su voluntad. Quizá no actúan en manera tan espectacular como en la Biblia pero siguen haciendo su voluntad. Dios nos quiere proteger por medio de nuestro ángel de la guarda y nos defiende del mal por la oración a San Miguel Arcángel. Le damos gracias por habernos dado estos hermanos espirituales para ayudarnos a llegar con ellos al cielo y, así gozar eternamente en la presencia del Padre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario